Cuidados del cuerpo y del alma

         Es muy importante la atención que se debe dispensar a la salud orgánica. Cuidados básicos de higiene y de reposición de las energías físicas que sustentan el cuerpo que nos fue ofrecido a la rencarnación es acto de consciencia y gratitud a la dadiva de la vida.

          En ese momento, en que pandemia viral asola el orbe, azotándole en crisis depurativa, los mismos deben ser redorados en respeto a la vida, de uno mismo y de nuestro semejante.

          Al final, la naturaleza reencuentra su equilibrio y los aprendizajes se quedan como conquistas evolutivas.

          Sin embargo, en todos los tiempos es necesario el cuidado del alma, lo que es relegado muchas veces.

          Higiene de las manos sí, pero con el mismo cuidado mantener la higiene de los pensamientos.

          Evitar situaciones de riesgo de contagio de gérmenes físicos, sin olvidarse del contagio de los miasmas que van por las palabras sin cuidado con la verdad o con el ennoblecimiento de la función comunicativa.

          Asepsia de los objetos y de las manos, pero no olvidar que son ellos los medios del alma servir y aprender.

          Máscaras y barreras adecuadas al ambiente y al patógeno, para minimizar la situación de riesgo, pero no dejar los talentos enterrados por miedo de las condiciones que caracterizan nuestro mundo en el estadio de pruebas y expiaciones.

          Cuiden y cuídense. Respeto al prójimo y a uno mismo en la atención al cuerpo, pero no dejar de buscar la salud del alma.

          En ese aspecto no olviden de que la acción de los Espíritus aún descomprometidos con la Ley de Dios y, por eso mismo, conducidos por las pasiones y sus consecuencias inferiores, como el odio, el rencor, el desprecio, la envidia, el celo y el deseo de venganza están en la vigilancia, a la espera del momento oportuno para la contaminación de nuestros pensamientos y el desequilibrio de las almas invigilantes.

          Higiene y oración.

          Cuidado y trabajo.

          Paz de la consciencia y salud, del cuerpo y del alma.

          Y no se olviden que, como la tempestad, todo pasa y el sol vuelva a brillar.

          Resistan con atención y en las tareas necesarias y posibles.

          ¡Salud y Paz!

Grupo Espírita Seara del Mestre, por Antonio Nascimento en 07/08/2009, dictada por el Espíritu Josué.