Cuidados del cuerpo y del alma

         Es muy importante la atención que se debe dedicar a la salud orgánica. Cuidados básicos de higiene y de reposición de las energías físicas que sustentan el cuerpo que nos fue ofrecido a la rencarnación es acto de consciencia y de gratitud a la dadiva de la vida.

         Salud orgánica se refiere a la salud de nuestro cuerpo físico. Debemos ser gratos a Dios por la vida, por la oportunidad de la rencarnación. Es a través de la rencarnación que evolucionamos y nos volvemos seres humanos mejores.

         En ese momento, en que la pandemia viral asola el orbe, azotándole en crisis depurativa, los mismos deben ser redoblados en respeto a la vida, de uno mismo y de nuestro semejante.

         Pandemia es una epidemia (molestia que atinge al mismo tempo gran número de personas) en grandes proporciones. Los cuidados con la salud del cuerpo deben ser redoblados en este momento, a fin de preservar la vida.

         Al final de todo, la naturaliza reencuentra su equilibrio y los aprendizajes se quedan como conquistas evolutivas.

         Todo ruma para el equilibrio, y las cosas que nos ocurren son oportunidades de aprendizaje.

         Sin embargo, en todos los tiempos es necesario el cuidado con el alma, lo que es relegado muchas veces.

         ¿Cómo cuidar del alma? Con buenas lecturas, películas, con mensajes positivos, participando de las clases de evangelización, esforzándose por practicar los enseños de Jesús 9perdonar, amar, ser honesto, amoroso, amigo, practicar la caridad – material y moral).

         Higiene de las manos, sí, pero con el mismo cuidado mantener la higiene de los pensamientos.

         Lo que pensamos reflete en la salud del cuerpo y del Espíritu.

         Evita situaciones de riesgo de contagio de gérmenes físicos, sin olvidar el contagio de los miasmas que van por la palabra sin cuidado con la verdad o con el ennoblecimiento de la función comunicativa.

         Asepsia de los objetos y de las manos, pero no olvidar que son ellos medios del alma servir y aprender.

         Máscaras y barreras adecuadas al ambiente y al patógeno, para minimizar la situación de riesgo, pero no dejar los talentos enterrados por miedo de las condiciones que caracterizan nuestro mundo en el estadio de pruebas y expiaciones.

         Cuiden e cuídense. Respeto al prójimo y a uno mismo en la atención al cuerpo, pero no dejen de buscar la salud del alma.

         Es importante cuidar del cuerpo físico, morada del Espíritu sin olvidar que precisamos del cuerpo para evolucionar. Importante no olvidar de la salud del alma, teniendo actitudes, palabras y pensamientos edificantes.

         En ese aspecto no olviden de que la acción de los Espíritus aún no comprometidos con la Ley de Dios y, por eso mismo, conducidos por las pasiones y sus consecuencias inferiores, como el odio, el rencor, el desprecio la envidia, el celo y el deseo de venganza están en la vigilancia, a espera de momento oportuno para la contaminación de nuestros pensamientos y el desequilibrio de las almas invigilantes.

         Importancia de la vigilancia que debemos ejercer sobre nosotros mismos y no sobre los otros. Atentar para las escoja realizadas porque los Espíritus aún imperfectos saben de nuestros puntos flacos y pueden intentar perjudicarnos.

         Higiene y oración.

         Higiene de los pensamientos, palabras y actitudes. Oración para entrar en contacto con Dios, Jesús, nuestro ángel guardián y los Espíritus amigos que nos ayudan en esta existencia, solicitando la inspiración y la ayuda necesarias.

         Cuidado y trabajo.

         Trabajar en el bien, a favor de los otros y de uno mismo. Cuidarse, vigiar sus actitudes y pensamientos.

         Paz de la consciencia y salud, del cuerpo y del alma.

         La consciencia tranquila trae serenidad para realizar buenas escojas, dando debido valor a las cosas del mundo material y del mundo espiritual y teniendo como resultado la salud física y espiritual.

         Y no se olvidan que, como la tempestad, todo pasa y el sol vuelve a brillar.

         Todos nuestros problemas/dificultades pasan, lo importante es sabernos aprovechar estos momentos para evolucionar, fortalecer nuestra fe y confianza en Dios. Así seremos felices e iremos nos acercar cada más vez de nuestro Padre.

         Todo que es material es transitorio, pasajero. Tenemos que aprovechar la existencia para evolucionar, para crecer espiritualmente.

         Resistan con atención y en las tareas necesarias y posibles.

         A pesar de las dificultades, tenemos que seguir trabajando, orando y realizando aquello que es posible.

         ¡Salud y Paz!

Josué.

Psicografado en 07.08.09, em el GESM, por Antonio Nascimento.