Familia – libertad y límites II

         Oración inicial

         Primer momento: preguntar si les gusta la familia en la cual reencarnaron. Recordar que elegimos nuestra familia, la cual es compuesta de personas que pueden auxiliarnos en nuestra evolución en esta encarnación. Hacer referencia a los lazos espirituales y los sanguíneos.

          Lazos espirituales son los verdaderos lazos de familia, pueden ser entre personas de la misma sangre o no. Se revelan por la simpatía y comunión de ideas, es decir, por el afecto, afinidad de intereses y por el amor que expresan entre sí. En la mayoría de las veces los Espíritus que encarnan en una familia son ligados por lazos de afinidad, teniendo así, más a allá de los lazos corporales, los lazos espirituales.

          Lazos corporales son aquellos que existen entre las personas que tienen el mismo tipo de sangre, son la familia corporal. Quien ya desencarno también continúa formando parte de la familia corporal. Debemos esforzarnos para fortalecer los lazos de simpatía con los miembros de nuestra familia corporal.

         Es en la familia que se consolidan y se amplían los lazos de amor, mismos que ya existían en otras encarnaciones.

         Segundo momento: dividir el grupo en parejas. Pedir que cada pareja retire de una cajita una pregunta. Cada pareja dispone de 10 minutos para conversar sobre que actitudes adecuadas y lo que las personas acostumbran hacer en aquella situación/problema. El evangelizador puede auxiliar en la interpretación de las preguntas o hacer preguntas relacionadas al tema, si existiese alguna dificultad.

         Vea abajo las situaciones/problemas que usamos:

         a) Mi padre y mi madre son separados. Me gustaría mucho que ellos volviesen a vivir juntos, pero ellos tiene otro novio (a), esposa/marido. ¿Qué debo hacer?

         b) Mi familia es un desorden, pues todos pelean todo el tiempo. A veces tengo ganas de desaparecer. ¿Será que esa es una buena actitud?

         c) Amo mucho mis padres, pero a veces me quedo con rabia de ellos. ¿Debo sentirme culpable?

         d) Yo vivo con mi madre y mi padrastro. Él no me gusta, pues creo que él quiere el lugar de mi padre. Sin embargo cierta vez mi madre peleó conmigo a causa de una tontería y él me defendió, pues sabía que yo tenía razón.

         e) Mi mejor amigo ganó un tenis lindo. Pedí a mi madre un tenis igual, pero ella dijo que era muy caro y no podía comprar. Quedé furioso, lloré, peleé y grité con mi madre. Más tarde percibí que ella estaba llorando por mi causa. ¿Qué podía haber hecho para que no ocurra eso?

         f) Mis padres me obligan a ir a la evangelización. Me gustaría quedarme durmiendo en casa, por ello siempre llego al Grupo Espírita de malhumor. ¿Cuál sería la mejor conducta para mejorar la situación?

         g) Mis padres adoran interferir en las películas que veo y en los juegos que me gusta jugar, pues ellos no quieren que yo mire películas de terror y juegue juegos de violencia. ¿Ellos están en lo correcto?

         h) Ayer rompí una copa de mi madre, pero ella no lo vio y creyó que fue mi hermano, al cual castigo por causa de la copa rota. ¿Qué debo hacer?

         i) A veces creo que mi familia es un estorbo! Siempre creo que la familia de mis amigos son mejores. ¿Por qué acontece eso?

         Vea abajo las situaciones/problemas con sugerencias de aspectos que pueden ser abordados por los evangelizadores. Recuerde que, dentro de las posibilidades, no debemos dejar a los niños sin respuestas. También es importante aprovechar la realidad y las dudas de ellos para que piensen con respecto a sus actitudes y la de sus familiares, auxiliándolos en sus dificultades.

         a) Mi padre y mi madre son separados. Me gustaría mucho que ellos volviesen a vivir juntos, pero ellos tiene otro novio (a), esposa/marido. Qué debo hacer?
         La mejor cosa es aceptar y respetar al nuevo novio (a), esposa/marido, esforzándose para que tengan una buena convivencia. Recordar el hecho de que los padres se separen no significa que ellos no quieran más (o que dejaron de querer) de los hijos. Los padres se separan porque eran infelices juntos, y es mejor que vivan separados, de preferencia como amigos, que juntos peleando y con grandes dificultades de relación.

         b) Mi familia es un desorden, pues todos pelean todo el tiempo. A veces tengo ganas de desaparecer. ¿Será que esa es una buena actitud?
         Todas las familias tiene dificultades, algunas tiene más, otras menos situaciones contrarias. Podemos hacer nuestra parte como hijos, intentando no pelear (o pelear menos). Desaparecer no resuelve, pues estamos en la familia exacta para aprender y evolucionar. Se desaparecemos, nuestros padres van a quedar preocupados y buscándonos y nos volveremos un problema más. Cuando fuéremos encontrados “de la desaparición” quedaremos castigados. Seguro la conversación o reuniones con los miembros de la familia es la mejor manera de resolver los conflictos.

         c) Amo mucho mis padres, pero a veces me quedo con rabia de ellos. ¿Debo sentirme culpable?
         Muchas veces las actitudes de nuestros padres despiertan en nosotros sentimientos negativos, como ejemplo podemos citar, cuando ellos nos prohíben algo que queremos mucho, como ir a una fiesta o quedarnos toda la noche en la computadora. Debemos recordar en esas horas que aquello que ellos deciden es siempre para nuestro bien, porque ellos nos aman mucho. Por ello debemos esforzarnos para superar esos sentimientos y si la culpa aparece, la mejor cosa que se debe hacer, es pedir perdón. Con el tiempo vamos a percibir que la decisión de nuestros padres fue la mejor para nosotros en aquel momento.

         d) Yo vivo con mi madre y mi padrastro. Él no me gusta, pues creo que él quiere el lugar de mi padre. Sin embargo cierta vez mi madre peleó conmigo a causa de una tontería y él me defendió, pues sabía que yo tenía razón.
         El nuevo novio (marido) de la madre no va a quitar el lugar del padre en la familia. Es importante demostrar respeto y amistad por él, para la buena convivencia en familia. Cuando alguien resuelve enamorar (o vivir) con una persona que ya tiene hijos, es señal que ella está dispuesta a aceptar y querer a toda la familia. Problemas van a acontecer, pero con diálogo y buena voluntad es posible convivir en paz y armonía.

         e) Mi mejor amigo ganó un tenis lindo. Pedí a mi madre un tenis igual, pero ella dijo que era muy caro y no podía comprar. Quedé furioso, lloré, peleé y grité con mi madre. Más tarde percibí que ella estaba llorando por mi causa. ¿Qué podía haber hecho para que no ocurra eso?
         Entender que, a veces, los padres no pueden comprar aquello que queremos. Si estuviese necesitando de un tenis podría pedir un modelo más barato. Comprender que nuestros padres trabajan mucho para tener dinero para comprar las cosas y pagar las cuentas. Y que así como nuestra mensualidad no llega para comprar todo lo que queremos también el sueldo de ellos muchas veces no es suficiente.

         f) Mis padres me obligan a ir en la evangelización. Me gustaría quedar durmiendo en casa, por ello siempre llego al Grupo Espírita de malhumor. ¿Cuál la mejor conducta para mejorar la situación?
         El malhumor no va a cambiar la situación, sólo vuelve más difícil la convivencia. Nuestros padres saben lo que es mejor para nosotros por ello desean que aprendamos cosas importantes en la evangelización. Las lecciones que aprendemos cuando jóvenes en la evangelización van a ser útiles cuando fuéremos adultos y los problemas surjan.

         g) Mis padres adoran interferir en las películas que veo y en los juegos que me gusta jugar, pues ellos no quieren que yo mire películas de terror y juegue juegos de violencia. ¿Ellos están en lo correcto?
         Con esas actitudes los padres no quieren que los hijos se envuelvan en vibraciones pesadas, que pueden perjudicarlos, pues muchos quedan con miedo y pierden el sueño después de asistir a películas violentas y de terror. Los padres también, muchas veces, no están seguros que los hijos ya sepan separar la ficción de la realidad y temen que crezcan creyendo que dar tiros y matar sea normal y divertido.

         h) Ayer rompí una copa de mi madre, pero ella no lo vio y creyó que fue mi hermano, a quien lo castigo por causa de la copa rota. ¿Qué debo hacer?
         Contar la verdad, asumir el error, pedir disculpas por el ocurrido. No es justo, ni correcto que otra persona pague por nuestros errores.

         i) A veces creo que mi familia un estorbo! Siempre creo que la familia de mis amigos son mejores. Por qué eso acontece?
         A veces las familias tienen problemas de relación. Si los padres prohíben algunas cosas y ponen límites es porque aman sus hijos y quieren lo mejor para ellos. Es un error creer que la familia de los amigos nunca tiene problemas, pues cuando visitamos un amigo podemos no percibir la realidad de la convivencia en aquel hogar. Si nos esforcemos para vivir sin peleas y sin reclamaciones vamos a creer que nuestra familia es mucho más genial. Elegimos la familia que mejor condiciones nos ofrece para que aprendamos aquello que necesitamos en esta reencarnación.

         Tercer momento: organizar a los evangelizados en círculo. Cada dúo lee la situación que estudió y sugiere actitudes/soluciones. Al final de la exposición de cada pareja, el evangelizador puede preguntar a los de más evangelizados si a ellos les gustaría complementar o exponer una opinión diferente a respeto del tema. Se necesario, que el evangelizador pueda hacer más preguntas o complementar la respuesta. Es importante que los niños participen y sientan la intención para conversar con respecto a sus dificultades.

         Oración de cierre

         Sugerencia: tercer ciclo.

         Traducción: Maria Reneé San Martin Gomez.

         

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