* Rencarnar es renacer varias veces en distintas situaciones sociales, financieras y sexuales.

         * Jesús nos ha dicho que Dios es nuestro padre. Que este Padre es infinitamente bueno, sabio y justo.

         * ¿Y cómo sería posible creer en su bondad y justicia sin aceptarnos la rencarnación?

         * Basta ver en nuestro alrededor para encontrarnos situaciones muy distintas.

         * ¿Dios seria justo si diera al ser humano una única existencia y en esta única oportunidad ese ser nacer pobre, enfermo y no tuviera condiciones para estudiar? ¿Habrá justicia? ¡Ciertamente que no!

         * Pero, al aceptarnos la rencarnación las cosas cambian y estas situaciones al comienzo infelices, pueden ser comprendidas y aceptas.

         * Somos Espíritus inmortales y estamos destinados a la evolución, la perfección. En las varias existencias convivimos con otros Espíritus, y en estos relacionamientos, a través de nuestros errores y aciertos, conquistamos afectos o desafectos.

         * Todo hecho infeliz genera una consecuencia que es de nuestra entera responsabilidad: es la Ley de Causa y Efecto.

         * Dios, en su inmensa bondad y justicia, da al hombre, a través de la rencarnación, la oportunidad de aprender, de corregir sus errores. Imagine si un hombre que se suicida a los 80 años no pudiera rencarnar.

         * Es por eso que muchos Espíritus, arrepentidos por perjudicar a su próximo y a uno mismos, piden a los Espíritus Superiores la oportunidad de rencarnar en la misma familia de los compañeros que perjudicaron, y a través de la convivencia, lograr corregir sus hechos.

         * Los hechos de maldad contra el próximo, por personas de edad avanzada, suelo refuerza el hecho de que el Espíritu es que madurece o no. Hay niños, por lo tanto, más maduros que muchos adultos.

         * Es por eso que debemos tener mucho cariño, amor, apariencia y tolerancia con los parientes cuya convivencia es difícil. No sabemos el motivo que les toca actuar de manera equivocada. Precisamos perdonarles y guiarles por el camino del bien con nuestros ejemplos.

         * A veces ese pariente difícil es nuestro padre, nuestra madre, nuestro hermano o hermana. Es dentro de nuestro hogar que debemos desarrollar la tolerancia, pues todos nosotros estamos donde debemos estar, conviviendo con las personas que necesitamos para nuestra evolución y con las cuales, en la mayoría de las veces, pedimos para convivir.

         * Es solo a través del amor y del perdón que podemos superar nuestros defectos, nuestros hechos infelices.

         * Vamos a esforzarnos para comprender y ayudar al padre que bebe, la madre que hiere sin motivo, al Hermano que nos perjudica porque aún no entendió que es más fácil compartir.

         * A través del perdón, del amor, de la paciencia y de la comprensión es que todos nosotros podemos mejorar, podemos sembrar el bien y conquistar la felicidad de convivir en paz.

Fuente: Jugando y Aprendiendo Espiritismo, vol. 4, cap. 4 (Justicia y Rencarnación - Familia)