Oración inicial
Primer momento: charlar sobre el concepto de oración con la pandilla, de acuerdo con la Doctrina Espírita (acordando lo que ellos aprendieron en el año anterior).
- ¿Qué es oración?
- ¿Cuándo hacemos una oración?
- ¿Por quiénes se puede hacer oración?
Según momento: con un cartel de bolsillos ponemos preguntas dentro de los bolsillos y cada alumno elige una letra y un número, debiendo contestar la pregunta contenida en el bolsillo correspondiente a la letra y el número elegido. El cartel deberá contener las siguientes preguntas:
1. ¿Qué es la oración?
2. ¿Hay que tener un sitio especial para hacernos oración?
3. ¿Diga el nombre de alguna persona que usted desearía hacer una oración?
4. ¿Cuándo hacemos una oración?
5. ¿Por quién podemos hacer oración?
6. ¿La oración nos hace sentirnos mejor?
7. ¿Se puede hacer oración todos los días?
8. ¿Se puede orar antes de dormir?
9. ¿Se puede orar antes de levantarse de la cama?
10. ¿Se puede orar antes de las refacciones?
11. ¿Se puede orar por una persona que ha desencarnado?
12. ¿Se puede orar por nuestro ángel de la guardia?
Tercer momento: mostrar a los evangelizandos un “teléfono” (este montado con dos vasitos y un hilo grande conectando uno al otro). Preguntar quién habla por teléfono, y decir que vamos a empezar a hablar al teléfono en nuestra clase, por medio de nuestro teléfono.
Elegir un evangelizando y cuando él “atender”, preguntar algunas cosas: el nombre, edad, nombre de los padres, cuántos años tiene, si tiene hermanos, etc... De esa forma, el evangelizador enganchará los niños en el juguete.
Cuando el juego acabe, hablar a los evangelizandos que la oración es como este teléfono: siempre que discamos para alguien, este alguien del otro lado de la línea que nos ha atendido, y con la oración es la misma cosa: siempre que oramos con el corazón, tiene alguien en el plano espiritual para oír, ayudarnos a enfrentar nuestras dificultades, nos da fuerzas; alguien que podemos contar. Explicar, también, que cuando el teléfono da señal de ocupado o cuando nadie lo contesta, la comunicación no ocurre. El mismo ocurre con la oración, cuando oramos de manera distraída, sin pensar en las palabras que estamos diciendo, sin utilizar nuestros sentimientos, nuestro corazón, el mensaje no llega a completar, o sea, nuestra oración no consigue ser oída/atendida.
Para finalizar la comparación, decir que un lado del teléfono somos nosotros, encarnados, del otro lado quien contesta es nuestro ángel de la guardia, Jesús, Dios, en fin, aquel que estamos pensando mientras hacemos la oración, y el hilo es la propia oración. También añadir que la oración puede ser hecha en cualquier sitio, y a cualquier hora, es sólo tener buenos pensamientos, ¡y orarnos con amor!
Cuarto momento: cada niño deberá recibir un papel A4 para que ellas puedan dibujar algo que les gustaría agradecer a Dios por tener aquí en la Tierra (padres, casa, teto, comida, animales de estimación, clase de Evangelización, etc.). Pedir para los niños enseñaren sus dibujos unos para los otros y después mostrar a los padres, enganchando los mismos en el asunto.
Oración de cierre
Sugerencia: primer y según ciclos.
Evangelizadoras: Camila, Emanuelle e Juliana – Centro Espírita Caminho da Prece.
Traducción: Pâmela Martins.
