Ahora el escenario es la ciudad alemana de Winnenden, más precisamente la escuela Albertville-Realschule.
Más una vez un joven entra en una escuela y dispara sin pestañar, exterminando aquellos que, por su mente enferma, fueron escogidos para ser las victimas de la vez de esta triste historia.
La ciudad se detiene en shock, el país se moviliza para encontrar respuestas y culpados para lo que ha sucedido, Europa se consterna con el acontecimiento, el Mundo se entristece pero... ¿será el último capítulo de esta triste y preocupante realidad que a cada día se repite? Se cambia el escenario, o sea, la escuela, el lugar, el país... ¿pero será que cambian las razones principales que motivan a estos jóvenes a cometer tales actitudes?
¡No!... los motivos, las razones que motivan a estos actos tan tristes y tan chocantes son los mismos, o sea, el abandono de estos jóvenes por parte de la familia. Son los llamados "huérfanos de padres vivos"...
Actualmente, el cambio en la estructura social y económica ha causado una gran transformación en la familia. Y esta no está tan más pautada en bases como antiguamente, donde los padres salían para trabajar y las madres estaban en las casa para atender y cuidar de los hijos. Hoy, los padres trabajan el día entero y ven a sus hijos solamente por la noche, transfiriendo la responsabilidad de educar para las escuelas, niñeras, jardines infantiles, internados, cursos de extensión... Olvidan que no hay dinero que les faculte adquirir las virtudes y valores que forman la estructura de los hombres de bien.
Afuera, los hijos se instruyen y se ilustran; en casa, sin embargo, es que ellos verdaderamente se educan. Afuera, ellos escuchan lo que deben hacer; en casa, ellos ven cómo se hace, por inducción particular y personal, directa y propia, de la conducta de sus padres.
Para compensar su alejamiento del hogar durante todo el día, los padres compensan esta pérdida con una actitud todavía más peligrosa... dan a los hijos todo lo que ellos desean, ropas caras, facilidades económicas y... los juegos electrónicos y la internet.
El otro día me quedé asustada cuando fui a visitar una amiga y, al llegar, observé que el hijito de ella, de 6 años, estaba extremamente entretenido con una pequeña cajita en las manos. Me aproximé para saludarlo y él no me dio atención. Me senté a su lado para verificar qué era lo que había de tan interesante que le estaba llamando tanto su atención. Para sorpresa mía, era un juego electrónico en que él comandaba un ejército que invadía una ciudad, matando a todos los que se oponían a esta invasión. Me quedé estática con la situación. Y en eso vino su madre y me dijo:
- Este invento es la mejor cosa que existe, pues ellos no nos dan más trabajo y no parece que tenemos niños en la casa... ¡Puedo recibir mis visitas, asistir a mis películas, conversar en la internet y... hasta dejarlo solo en la casa, pues se queda exactamente donde lo dejé y no percibe mi ausencia!
Infelizmente, comportamientos como éste podemos vivenciar en la mayor parte de la Sociedad. Para no tener trabajo cuando están en casa, los padres entregan a los hijos a los cuidados de los juegos electrónicos y de la internet.
Cuando estos niños se transforman en jóvenes, el diálogo entre padres e hijos prácticamente es inexistente. Cuando el joven está en la casa, se queda en la internet o al frente de la televisión y, con una simple conversación se abre camino para discusiones y cobranzas sobre el adolescente, que los padres prefieren evitar. Otras veces, el adolescente quiere conversar, pero no entabla una conversación y, por cansancio o para evitar otra discusión, los padres prefieren evitar este contacto, y no se dan cuenta de que con esta rutina, el adolescente cada vez se aleja todavía más de la familia, ya que se siente que lo dejan de lado, abandonado... Infelizmente las personas están perdiendo el concepto de familia. Padres conviven poco con los hijos y cuando están con ellos, la relación se desgasta con discusiones y peleas.
Los conflictos siempre hicieron parte de las mejores familias. Pero, a medida que pasan los años, las crisis se han agravado, principalmente entre padres e hijos. En la fase de la adolescencia es cuando ellas se manifiestan con más vigor. Y se vuelve común escuchar a padres que llaman a sus hijos adolescentes de ´aborrecentes´ (niño problema) y buscan fórmulas mágicas, terapeutas... queriendo una solución para resolver los conflictos, cuando en verdad las soluciones solamente aparecerán cuando ellos dejen de pensar solamente en si y empiecen a dar más atención a los hijos. ¿Y nosotros los espíritas, en dónde entra nuestra responsabilidad ante el episodio ocurrido en Alemania, con el joven Tim Kretschmer de apenas 17 años?
Algunos de ustedes pensarán al respecto; otros muchos dirán: ... "mi responsabilidad? Ninguna."
Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que transpone todos los inmediatismos, que transciende a todos los límites, que descortina los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses y que posee un ideal capaz de impulsar el verdadero progreso. Y dilatando las fronteras de la educación, al informar que ella ejerce función en los dos planos de la vida, le concede mayor comprensión, apuntando objetivos de gran alcance y valores morales. Del punto de vista espírita, la educación no empieza en la cuna ni termina en el túmulo, pero antecede al nacimiento y sigue más allá de la muerte del cuerpo físico. Y la acción constante, ininterrumpida, que ayuda a transformar a los seres, auxiliándolos en la escalada evolutiva, rumbo a la perfección, en la estela infinita del tiempo.
Las nociones de la inmortalidad, del progreso continuo, del libre-albedrío, de la ley de causa y efecto y de vidas sucesivas, mediante la reencarnación, en las cuales se debe fundamentar la filosofía de la educación que el Espiritismo revela, serán fuerzas capaces de educar. Ellas ofrecen una argumentación muy fuerte en favor de la necesidad del progreso espiritual, por contener una motivación, igualmente vigorosa, para la búsqueda de ese progreso.
Todos los problemas del actual momento se resumen en una cuestión de carácter: solo por la educación pueden ser solucionados.
Demasiada importancia se interconecta a las variadas modalidades del saber, despreciándose lo principal: la ciencia del bien.
Ya nos fue dicho hace más de 150 años por Allan Kardec:
... "que es por la Educación más de que por la Instrucción que se transformará la Humanidad."
Como madre, educadora y, principalmente como evangelizadora espírita hace más de 20 años, no puedo dejar de recordarles a todos ustedes de la inmensa responsabilidad que tenemos ante los niños y jóvenes del mundo, sean nuestros hijos, hijos de los amigos, conocidos o desconocidos.
Vivo actualmente en Viena, Austria y desde hace 3 años vengo dedicándome de forma más ostensiva, a la divulgación e implantación de la Evangelización en los Centros Espíritas existente aquí en Europa. Infelizmente enfrentamos aquí serias dificultades en relación a la Educación Espírita Infanto-Juvenil, bajo la alegación de innumeras dificultades y argumentos. Con mucha tristeza y, principalmente con preocupación, observo que los niños y jóvenes todavía son encarados en las Instituciones Espíritas como problemas en potenciales, sea por el bullicio natural de los niños, sea por la indisciplina, sea por lo que sea...
Indignada con esta postura, hoy pregunto: ... ¿Cuántas tragedias todavía tendremos que vivenciar para que tomemos una real providencia en relación al atendimiento de estos jóvenes? ¿Será que el próximo evento no tendrá como palco la escuela de nuestros hijos? ¿Qué estamos haciendo con los conocimientos espíritas que estamos adquiriendo a lo largo de tantas charlas, cursos y congresos que insistimos en participar? ¿Cuándo iremos a despertar para la necesidad de que coloquemos estos conocimientos en práctica?
El Centro Espírita es una escuela de almas y es imperioso que se reconozca en la evangelización de las almas la tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. Alma, en la definición encontrada en "El Libro de los Espíritus”, es el Espíritu encarnado. No hay referencia cuanto a la edad física. De la cuna al túmulo, todos somos espíritus encarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo físico – de la infancia a la madurez. Hay inclusive en "El Libro de los Espíritus", evidente preocupación de Allan Kardec y de los Espíritus Superiores en subrayado la importancia del período infantil al nivel reencarnatório, y la función de la educación para la renovación moral de la Humanidad.
En el capítulo VII, de la Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando aborda sobre el retorno del Espíritu a la vida corporal, diversas preguntas son tratadas a respecto de la infancia, de las tendencias innatas, de la influencia del organismo físico, del origen de las facultades morales e intelectuales, de la ley de afinidad y otros temas ligados al periodo infantil, mostrando suficientemente cuán importante es el trabajo educacional junto al niño.
La Educación del niño y del joven, es la mejor manera del Centro Espírita realizar la mayor de las finalidades del Espiritismo: transformar a todos en hombres de bien.
Con este sencillo artículo, me gustaría tocarles el más profundo sentimiento de cada uno de ustedes...
Hermanos espíritas del mundo entero, vamos a pensar con más cariño a respecto de este asunto. El momento requiere providencias urgentes y emergenciales. La Educación Infanto-Juvenil es una de las primeras actividades como base para la construcción moral del Mundo Nuevo.
Vamos a promover una divulgación más amplia de esta importante actividad... vamos a dar prioridad a la implantación de ella en nuestras Casas Espíritas... vamos a ser los primeros a dar el paso inicial, cobrando a los dirigentes espíritas las clases de Educación Infantil y llevando a nuestros hijos como prioridad, pues si la Doctrina Espírita es tan importante para nosotros, ¿por qué no tiene la misma importancia en relación a nuestros hijos, preciosas joyas que nos fueron confiadas por Dios?
¡La responsabilidad por la construcción del Mundo Nuevo está en nuestras manos!
¡Vamos al trabajo, pues Jesús nos aclama a hacer la parte que nos cabe, ante nuestros compromisos asumidos en la Espiritualidad!
"Unámonos, que la tarea es de todos nosotros. Solamente la unión nos proporciona fuerzas para el cumplimiento de nuestros servicios, trayendo la fraternidad por lema y la humildad por garantía de éxito." (Bezerra de Menezes)
Claudia Werdine
Viena – Áustria
Claudiawerdine@hotmail.com